miércoles, 3 de enero de 2024

Costa Rica XVI – Selvatura III

Completo con esta tercera entrada (primera y segunda) la visita a este centro de conservación que hay en Monteverde. Si en las anteriores habíamos visto mariposas y el museo de insectos, hoy nos quedamos con los reptiles.

Empezamos con una boa constrictora, un crótalo, una víbora lora- especie arborícola que puede llegar a medir un metro – y una cuarta cuyo nombre no tengo, pero que parece ser una bocaraca.







La mayoría de las serpientes que se exhiben aquí son venenosas, por lo que hacen bien en mantenerlas a buen recaudo tras un cristal. El problema es que como no hay mucha luz, la profundidad de campo se va al garete a pesar de usar ISOs altos.

Vemos ahora una víbora terciopelo, muy peligrosa y de hábitos nocturnos, una zopilota de altura, que suele ser grande, llegando a los 150cm, y se alimenta de otras serpientes, ya que es capaz de tolerar ciertas dosis de veneno, y otra bocaraca.






La víbora tamagá, con su habitual color marrón, la falsa coral, con sus llamativos colores para aparentar ser venenosa cuando en realidad no lo es, y la sabanera real, especie diurna que se mueve con rapidez, vienen a continuación.







Para terminar con las serpientes, un par de fotos de la corredora común y una tercera de otra sin identificar.





Pero hay otros reptiles, como estas lagartijas, camaleón y de dosel, respectivamente. La primera puede cambiar el color de su piel al sentirse amenazada. La segunda tiene una cola extremadamente larga y es ovípara.




No podían faltar ni los basiliscos ni las ranas blue jeans, aunque estas iban completamente de rojo en lugar de tener azules las patas traseras.







Las ranas son venenosas y advierten con ese color tan llamativo a los depredadores. El veneno lo adquieren a través de su dieta, especialmente de las hormigas y otros animales con ácido fórmico.

5 comentarios:

  1. Este tipo de reptiles no me terminan de convencer, la razón es muy simple, en Broto (Huesca), existe la víbora que es endémica del pirineo y pese a que debería de respetarlas, no lo hago ya que en el césped hay que ir con cuidado de no encontrarte con alguna.
    En cierta ocasión una persona mayor del pueblo, al coger una col de su huerto le mordió por dos veces una víbora, lo mandaron a Huesca y lo ingresaron en la UVI. Yo lo vi a los quince días y aún llevaba la mano medio encogida y me comentó que lo pasó muy mal, tuvo que estar con respiración asistida.

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  2. Pues vaya con las ranitas, que parecen tan graciosas e inofensivas y resulta que llevan veneno.

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  3. Disculpame Tawaki, pero hoy me ha sido imposible mirar tus fotos, esos animales me dan pánico hasta en fotografías.

    Un abrazo.

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  4. Muy intructiva la entrada. Ahora bien, de estos, el que más me llama la atención es el bacilisco... da como miedito

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  5. Un jubilado, estoy casi seguro de que me encontré con una vivorilla en Guara. Los dos estábamos metidos en un río y la ayudé a salir, eso sí, a una distancia prudente. por lo general huyen de nosotros, pero eso no evita que pueda haber encuentros desagradables.

    Senior Citizen, hay quien dice que es el animal más venenoso del mundo. Tengo preparadas un par de entradas sobre ellas que se publicarán este año.

    Conchi, lo comprendo, es algo que os pasa a más de una.

    Alí Reyes, pues corre que se las pela, así que ten cuidado, ja,ja.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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