domingo, 22 de enero de 2023

Kenia IX - Llegada a Buffalo Springs I - Dic dics

El pequeño avión nos acababa de dejar en una de esas pistas de aterrizaje llenas de polvo que hay repartidas por toda África y el chófer me estaba esperando para llevarme al lodge. Enseguida estaría dando saltos, no de alegría, sino por los baches mientras descubría el paisaje de este bonito país. Una acacia destacaba entre la aridez reinante.



Estamos a finales de julio, en plena temporada seca y se nota. Con todo el 4x4 a mi disposición, íbamos parando de vez en cuando, bien para ver una familia de dic dics, uno de los antílopes más pequeños que existen o una cebra de Grevy.




En realidad, estos antílopes tan diminutos, de apenas 70 cm de envergadura, son llamados Madoqua, y de ellos hay cuatro especies diferentes con varias subespecies. Vulgarmente son conocidos como dic dics por el sonido que emiten cuando están asustados, pero su nombre científico es Madoqua kirkii. Espero haber acertado, porque unos y otros además de parecerse mucho, viven en zonas similares.





Habita en el este y suroeste de África y prefiere quedarse quieto, confiando en su magnífico camuflaje, mientras te vigila con sus desproporcionados ojos. El macho, algo menor a la hembra, es el único que tiene cuernos (de unos 7-8 cm). Su hocico termina en una corta trompa (Wikipedia).




A pesar de su reducido tamaño. Alcanzan velocidades nada desdeñables, superando los 40 km por hora. Algunas hembras han llegado a vivir 18 años en cautividad, pero en libertad no superan los 5-10 años. Pesan unos 7 kg.




Se adaptan muy bien a los ambientes áridos, ya que obtienen el agua que necesitan de las plantas que comen. De hábitos preferentemente nocturnos, aprovechan cualquier sombra para descansar durante el día.





Siguiendo con nuestro recorrido hacia el lodge, descubro en un árbol a una pareja de Steptopelia senegalensis (Laughing Dove en inglés y tórtola senegalesa en español).


Así es África, nada más aterrizar y sin deshacer el equipaje, ya estás viendo animales al lado mismo del camino.

viernes, 6 de enero de 2023

Chile XXI – Ahu Tongariki

Siento que la Isla de Pascua me debe una, porque cuando fuimos allí, en noviembre de 2013, el cielo estuvo demasiado nublado, llegando a llover en algún momento importante. Y dada su lejanía, no es un sitio al que sea fácil regresar. Para más inri, tuvimos que reservar días para ver otras partes de Chile, así que nuestra estancia fue también inferior a la deseada.




Como no seguíamos ningún tour concreto, según el día nos iban añadiendo a circuitos organizados, lo que nos permitía conocer otros turistas, pero nos dejaba sin el tiempo que solemos necesitar. De esta forma, cuando llegamos al famoso ahu Tongariki teníamos el sol enfrente, en lo más alto, mientras se acercaban unas nubes muy amenazadoras.





No terminan aún mis quejas, ya que en el grupo había una chica de Barcelona muy simpática, pero también un matrimonio catalán y tres señoras vascas que no nos dijeron ni hola en cuanto se enteraron de que también éramos españoles. Que ya es mala suerte ir a mitad del Pacífico y encontrar cinco gilipollas juntos.




En fin, son cosas que pasan- El ahu Tongariki es el más grande de toda la isla (Wikipedia) y uno de los más espectaculares. Fue construido en un momento de esplendor de la cultura rapanui y se encuentra en la costa sudeste, relativamente cerca de la cantera donde se extraían los moai. La siguiente foto es del volcán Rano Raraku, el origen de estas magníficas estatuas.



Son 15 los moai alineados sobre la plataforma, con la espalda en dirección al mar, como suele ser habitual. Uno de ellos aún conserva el pukao, el sombrero o peinado típico, hecho de toba volcánica. Otro, con sus 86 toneladas, es el más pesado de todos los que fueron erigidos.



Un tsunami, causado por un terremoto en la costa continental chilena lo arrasó en 1960, aunque las estatuas yacían ya en el suelo desde mucho antes, como resultado de las guerras civiles que azotaron la isla, algo que ya pudieron apreciar los primeros navegantes occidentales cuando llegaron en el siglo XVIII.

Es la estructura ceremonial más grande, mide casi 100 metros de largo y tenía dos alas con las que duplicaba su tamaño. Están orientados al sol naciente del solsticio de verano y todas las esculturas de este grupo son diferentes entre sí.




Restaurado en la década de los noventa, su nombre hace referencia a los vientos del este. Su historia mezcla relatos mitológicos con guerras entre clanes y asentamientos de tribus que datan del siglo X. En la gran explanada que se extiende frente a la plataforma o ahu se han encontrado restos de casas-bote y petroglifos.




Lástima que al llegar nosotros se pusiera a llover y tuviésemos que hacer las fotos de forma precipitada. Creo que las luces del amanecer en un día despejado, junto con las de la puesta de sol son las mejores para apreciar su inmensa belleza.


Fuentes: Wikipedia,
esta página estupenda y elaboración propia. Esta otra, publicada más recientemente y después de que redactara la entrada, también tiene buena pinta.