La carretera que une San Cristóbal de las Casas con
Palenque es larga y lenta, plagada como está de badenes – topes que llaman allí
– puestos por los zapatistas con toda la intención de que los vehículos no
puedan correr demasiado.
Atraviesa zonas boscosas del estado de Chiapas, una
zona rica en ruinas arqueológicas a las que debemos sumar otros atractivos
naturales, como esta cascada de Misol-Ha. No muy lejos andan el Cañón del Sumidero y las
Cascadas de Agua Azul, a
las que ya he dedicado sendas entradas, así como otras muchas que hube de pasar
por alto en mi viaje.
Ha significa agua, y misol es una hoja de palma que se
usa para hacer escobas, de modo que el nombre de la cascada podría traducirse
como agua que barre. (Wikipedia). El salto tiene entre 30 y 45 metros de altura
y el agua cae a una poza en la que es posible bañarse.
Por desgracia, había consumido gran parte del día
haciendo kilómetros y disfrutando de Agua Azul, así que solo tuve tiempo de
echar un vistazo rápido y sacar algunas fotos. Aún nos quedaba camino hasta
Palenque y no pude acercarme a la cascada ni verla desde atrás. De Palenque,
verdadera maravilla, también os hablé, aquí y aquí.
P.D. Considero muy desafortunada la carta que el
presidente del país americano envió a España el pasado mes de marzo,
solicitando que España pidiera perdón por unos hechos que sucedieron hace cinco
siglos y que no se pueden juzgar con la vara de medir del siglo XXI. Tampoco
ayudan las palabras del jefe de la diplomacia mexicana, Enrique Márquez.
Afortunadamente, me consta que muchos mexicanos sintieron vergüenza ajena, la
misma que siento yo.
Con ésta, ya son dieciséis entradas las que llevo
sobre este maravilloso país, y me parece que en todas ellas muestro el respeto
y el cariño que profeso a los mexicanos.