miércoles, 31 de enero de 2024

Camboya XIV – Preah Palilay

La mayoría de los turistas son llevados a todo correr de un templo a otro por la zona de Angkor, deteniéndose en los importantes e ignorando los demás, pues es imposible verlos todos. Nosotros fuimos tan despacio como pudimos, con el objetivo de visitar el mayor número de ellos. Contar con un guía local, que además de hablar un perfecto español, se conocía la zona al dedillo, nos ayudó mucho.





Preah Palilay es un templo budista que se encuentra al norte del Palacio real, a unos 400 metros desde el templo de Phimeanakas, dentro del recinto denominado Angkor Thom. Se accede a pie, atravesando un bosque de ceibas frondosas y altas que nos refrescan un poco.





Según leo en la Wikipedia, que ha copiado palabra por palabra el libro de Maurice Glaize, es complicado datar unos edificios que algunos adscriben al reinado de Jayavarman VIII mientras otros creen que fueron construidos a lo largo de varios siglos. Concretamente, el santuario central sería del XII y habría alguna gopura del XIII o incluso del XIV. Ello se debe al hecho de que haya vestigios hindúes y budistas, al tiempo que faltan estelas que aclaren su origen.





Leyendo el libro da la impresión de que estuviera entonces en mejores condiciones de como lo encontramos nosotros tras recorrer los 33 metros que van desde la entrada principal hasta el santuario. Mide 30 metros de largo y 8.5 de ancho, formando una cruz, con siete balaustradas y sus correspondientes nagas. De los dos leones que lo guardaban solo queda uno. La estatua de Buda es de un periodo posterior.





Una muralla de laterita delimita un cuadrado de unos 50 metros de lado. El conjunto fue restaurado por M. Glaize en 1937-1938 y su mayor interés reside en las escenas budistas que encontramos grabadas en los frontales.







El nombre parece derivar de Parilyyaka, el bosque al que se retiró Buda después de dejar Kosambi.



Es una pena que, a pesar de la restauración de principios del siglo pasado, que fue muy limitada, el estado actual del templo sea tan ruinoso que impida apreciar bien los detalles. Por otro lado, es un fiel testigo del paso del tiempo y del poder de la naturaleza que lo rodea.




Algunas esculturas han sido retiradas para su mejor conservación, mientras que otras andan repartidas por el suelo, rodeando el edificio.






Pero el estado de ruina no debe deteneros, antes bien, este es uno de esos sitios en los que uno puede sentirse un intrépido explorador mientras tiene la civilización, y las hordas de turistas, a un centenar de metros.

8 comentarios:

  1. Os detalhes nas pedras são belíssimos.
    Bela partilha.
    Estou com dificuldade de comentar com minha conta do google
    em alguns blogs.
    Tenhas uma boa entrada de mês de fevereiro.

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  2. Cómo lo habrás disfrutado! Hermosas fotos sacadas sin apuro y con detalle. Realmente una reporte muy interesante. Cariños

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  3. Siempre que te leo de estos templos, me pregunto si tienen algún mantenimiento que evite que desaparezcan y, por lo que dices, parece que muy poco.

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  4. Dices "La mayoría de los turistas son llevados a todo correr de un templo a otro", por eso no voy a esos sitios, ya me hacen correr lo suficiente en el Clínico de Zaragoza, los "6 minutos marcha", que andando tienen que controlar los metros que me desplazo, que no me suba excesivamente la tensión y que la saturación del oxígeno en sangre sea correcta. Por lo único que me gusta la prueba es porque una enfermera que va unida a mi por un pulsioxímetro de dedo, tiene que andar a la misma velocidad que vaya yo, y si tiene tres o cuatro pruebas de estas, imagina como puede terminar.
    Perdona, que me he ido a otro tema, pero un poquico de mantenimiento a estos monumentos no le vendría nada mal, las fotos como siempre preciosas.

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  5. Bonitas fotos, como siempre y muy descriptivas. Es verdad que los monumentos están en ruinas, ¿tienen que ver los Jemeres rojos en estos destrozos, o solo es el paso del tiempo y el abandono?
    Saludos!

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  6. Janicce, espero que se solucionen los problemas. A veces la tecnología nos da dloses de cabeza. En efecto, son unas piedras muy bellas.

    Rosa María, fueron unos días estupendos, saltando de templo en templo en mitad de la selva. Un viaje muy recomendable.

    Senior Citizen, son demasiados. Solo en esta zona ha casi un millar. Mantienen y restauran los más importantes, pero es muy difícil luchar contra la vegetación. También es parte del encanto el que los limpien solo parcialmente, pero la realidad es que no hay recursos suficientes.

    Un jubilado, al menos podrían ponerte algún vídeo interesante mientras caminas. No sé, por ejemplo, de Camboya. Cuidado con la tensión, que la carga el diablo.

    Ethan, aquí ha bombardeado todo el mundo, no solo en la época de los jemeres, sino también en la guerra de Vietnam, porque los "enemigos" se refugiaban a menudo entre las ruinas. Pero creo que en la parte de Ankor, el principal culpable es el paso del tiempo y el abandono. Con ayuda internacional se restauran y limpian los templos más importantes, pero solo aquí hay casi un millar y no hay recursos suficientes. Por otro lado, verlos junto a la vegetación también tiene su punto. En mi opinión, hay que limpiarlos para que no se caigan, para que perduren, pero sin pasarse.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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  7. Cuando hemos viajado lo hemos hecho siempre a nuestro aire y sin prisas, llevando algo de historia de ese lugar para enterarnos. Procuramos huir de las aglomeraciones.
    Misterioso lugar que la naturaleza también está contribuyendo a su ocaso. Aún así gusta ver las escenas budistas grabadas en el templo. Las ceibas son altísimas. Me has gustado las fotos.
    Un abrazo.

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  8. Laura M., cada uno viaja como quiere, o como puede. No critico a los que prefieren hacerlo de forma diferente a la mía, pero tengo muy claro que a mí me gusta ir despacio y con poca gente. Camboya tiene mucho que ofrecer, y hay que perderle el miedo. Un abrazo y gracias por pasar por aquí.

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