viernes, 28 de octubre de 2022

Camboya XI - Ta Keo

Poco a poco vamos desgranando algunos de los muchos templos que hay en la zona de Angkor, al menos los que vimos nosotros, ya que visitarlos todos es imposible, pues hay casi un millar (910 según el último recuento).




Este que nos ocupa hoy es un templo hinduista de finales del siglo X. Según la Wikipedia, su nombre original era Hema-sringagiri (Montaña con picos de oro) y estaba dedicado al dios Shiva, pero quedó sin terminar tras la muerte del monarca que lo había encargado, Jayavarman V, si bien las obras continuaron durante el breve reinado de Jayaviravarman.




Hace un sol del demonio, y estoy sudando lo que no está en los escritos, pero el que algo quiere, algo le cuesta, así que toca subir por unos escalones empinados y desiguales.







Apenas habían empezado a adornarlo con relieves, de ahí que la piedra aparezca lisa en muchos lugares. Inscripciones encontradas en las jambas de una de las puertas nos hablan de donaciones recibidas en el 1007, aunque no del año de fundación. En lo alto encontramos cinco templos con forma piramidal que remedan el monte Meru – la morada de los dioses en la mitología hinduista – rodeado por los cuatro océanos.






La galería que seguramente adornaba uno de los niveles ha desaparecido por completo, quizás por estar construida con materiales menos duraderos, como tejas y ladrillos. En este país la selva nunca anda lejos.



Regresamos a nivel de suelo, donde observamos que el templo está formado por una serie de terrazas rectangulares concéntricas que se van elevando en cinco niveles hasta alcanzar los 22 metros de altura. Los 45 a los que se refiere la Wikipedia incluyen, pues, la altura de los prasats que hay en la parte más alta.





En el muro que delimita el santuario y mide 120 por 100 metros de lado, hay cuatro entradas (gopuras). Nada más atravesar una de ellas, encontramos un par de bibliotecas en buen estado de conservación.


Hay que rodearlo, para poder apreciarlo desde todos los ángulos. Una chica me ve tomar una foto y se detiene para no estorbar. Como agradecimiento, cuando la veo enfilar la escalera que no es, le indico que hay otra más cómoda. Quid pro quo.







Es el primer templo en el que los jemeres decidieron usar exclusivamente piedra arenisca, en vez de la laterita, que era más fácil de manipular, pero presentaba un acabado más tosco. Los templetes (prasat) están, sin embargo, construidos con grauvaca, una piedra muy poco habitual en este tipo de monumentos.




Como podéis ver, se trata de una visita muy recomendable.

11 comentarios:

  1. ¿Las canteras de estas piedras están en la misma zona? No se si lo has dicho en entradas anteriores, pero no lo recuerdo.

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  2. Es curioso cómo el haber leído y visto fotografías de tus anteriores artículos sobre Camboya han hecho que me familiarice con sus construcciones. Eso es lo positivo, que, sin apenas esfuerzo, se va aprendiendo de las lecturas, de lugares remotos que es improbable que visite pero de los que voy picoteando datos que se asientan en el fichero de la memoria.

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  3. En la actualidad, viajo gracias a ti y alguno más que realmente se mueve por el mundo, mis días de viaje ya se han terminado. Pese a todo agradezco estas entradas, que las disfruto casi como si fueran mías ya que busco información además de la que tu nos proporcionas y voy viajando de manera virtual.

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  4. Perdón, el anónimo anterior soy yo, unjubilado.

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  5. Hola Tawaki! Nunca he visitado Camboya pero me encantaría por visitar estos templos. Gracias por traerlos.

    Abrazos.

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  6. Impresionante, cuánto me has dejado para averiguar. Pequeños mundos por todas partes, todo apasionante. Unas fotos estupendas. Felicitaciones por el buen estado para subir tantos escalones. Beso

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  7. Senior Citizen, los templos más antiguos están hechos de ladrillo, pero luego tuvieron que usar laterita y tenían que desplazarse una veintena de kilómetros.

    Una mirada, pues me alegro mucho, porque esos son los propósitos principales de este blog, el dar a conocer sitios a los uno difícilmente se acercará en el mundo real. Camboya es uno de mis viajes favoritos; uno de esos que marcan un antes y un después.

    Un jubilado, no sabes cómo me alegro de que mis humildes entradas te hagan viajar. Las escribo con mucho cariño.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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  8. Conchi, todo es proponérselo, y hoy en día están a tiro de unas horas en avión. A mí me gustó muchísimo visitar este país.

    Rosa María, no sé si ahora podría darme esas caminatas, pero que me quiten lo bailado. Disfruté mucho visitando todos estos templos en un viaje digno de ser recordado.

    Toro Salvaje, eso mismo pienso yo. A pesar de los años transcurridos, todavía recuerdo cada día de este viaje.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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  9. Vaya, siempre llego tarde.
    Me impresiona el foco que tienes en la mirada del visor para trasladar esa sensación de cercanía y curiosidad por las edificaciones que nos muestras en las entradas. Esas construcciones con esa piedra tallada y envejecida por el paso del tiempo me deja boquiabierto. Un bello e interesante lugar.
    Saludos.

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  10. Javier G., interesante a más no poder. Es de esos sitios que te atrapan sin que puedas evitarlo con una combinación de historia, cultura y misterio. Camboya es un país barato de visitar pero que tiene muchísimo que ofrecer a los que nos gustan las piedras. Un abrazo.

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