En una entrada anterior os mostré parte de la riqueza de este entorno natural del norte de Botsuana. Os decía entonces que, por culpa del inicio de las lluvias, apenas vimos elefantes, una especie que abunda en este parque, y es que, al haber más agua, los paquidermos prefieren buscarla en zonas donde tengan también más alimento.
Estamos pues, en una barca, recorriendo el río Chobe, que da nombre al Parque Nacional. Es por la tarde, pero las nubes nos escamotearán la puesta de sol, porque noviembre es un poco tarde para ir a esta parte del país si lo que uno busca son cielos limpios.
El paisaje es precioso, con un curso de agua muy ancho en el que hay varios islotes que facilitan la vida a los herbívoros que se atreven a cruzar un río infestado de cocodrilos. El premio es hierba fresca en abundancia, en un paraje sin elevaciones en el que es fácil descubrir a los depredadores.
Nosotros solo tenemos que preocuparnos de no chocar contra alguno de los numerosos hipopótamos. Son animales irascibles que defienden su territorio, y, por su enorme tamaño, mejor hacemos en verlos desde una distancia prudencial. Sus lomos asoman por encima del agua, pero a veces están sumergidos y pueden sorprendernos.
Los hay que abren bien las fauces y nos muestran sus largos dientes.
No tardamos en encontrar un pequeño grupo de elefantes que sale de la selva y se adentra en el río.
Para ellos, el agua es una bendición y aprovechan para divertirse de lo lindo, ignorando a esa barquita insignificante desde la que un par de turistas les hacen fotos sin parar.
El río es ancho, y refleja las nubes en los escasos momentos en los que asoma el sol.
Rayos que aprovechan los cocodrilos para calentarse, pero son tan tímidos que se echan al agua en cuanto nos acercamos.
Unos rayos iluminan brevemente a varios hipopótamos que aprovechan la bajada de la temperatura para alimentarse. Pronto llegará la noche y saldrán todos del agua para recorrer varios kilómetros, pero para entonces ya nos habremos ido.
Ya de regreso, nos cruzamos con algunas embarcaciones más grandes, que hacen las veces de hoteles flotantes. Vemos también algunas cabañas mientras el sol va bajando en busca del horizonte.
El terreno es plano, y el agua del río se confunde a veces con un cielo en el que abundan las nubes.
En la orilla, una garza real (Ardea cinérea) busca la última captura del día.
A nosotros solo nos queda llegar a la orilla, atracar y subir al todoterreno que nos llevará de vuelta al lodge.
Es un día más en esta aventura que es un safari, una jornada más, llena de nuevas experiencias difíciles de olvidar.
Eu tenho uma queda por hipopótamos, na realidade
ResponderEliminarseus dentes me atraem; kkk
Boa entrada de mês de julho.
abraços.
janicce.
No será lo mismo que verlo desde una barca y en la distancia corta, pero te aseguro que ha sido un placer transitar por esta entrada desde casa en este mullido sillón.
ResponderEliminarSigo diciendo lo mismo, la felicidad está en cosas que muy pocos alcanzan a entender. La contemplación de la vida es una de ellas, sin ruidos externos que nos distraigan para sentirnos plenamente conectados.
Las fotos me gustaron mucho. Todas. Pero por citar solo dos, diría la número 15 y la 31
Qué fascinante paseo fluvial con semejante panorámica y esa extraordinaria amplitud del río que tanta vida salvaje guarda. No hay mayor prvilegio que observar a los animales, libres, en su hábitat, con el agua del río como referente indispensable, En ese recorrido hasta los temibles cocodrilos resultan gratos a la vista.
ResponderEliminarCon tanta fotografía casi tengo la impresión de haber viajado por el Chobe. Gracias.
Supongo que tendréis mucho cuidado con que a nadie se le escape un fogonazo de flash, pues no creo que a los animales les guste mucho.
ResponderEliminarMaravilla de río Javier. Animales en su estado natural y verlos desde casa es agradable, aunque ahí se disfrutara más. Me han encantado las fotos.
ResponderEliminarCuídate.
Un abrazo.
Unas imágenes y paseo geniales, me han encantado las cabañas. Gracias Tawaki.
ResponderEliminarAbrazos.
Un paseo maravilloso, fotos estupendas con animales sanos y disfrutando en libertad. Me encantó. aparte de todas las estupendas me gustó la 36, creo, las dos aves estaban posando para ti y para nosotros. Beso y gracias por el paseo
ResponderEliminarmmm. era la 33 porque volví a verlas, qué buenas fotos!!
ResponderEliminarA Casa Madeira, pues aunque te gusten procura mantenerte a distancia, que tienen muy malas pulgas.
ResponderEliminarContadora de Libros, las fotos me sirven para rememorar ese paseo, y a pesar del tiempo transcurrido, lo recuerdo como si hubiese sucedido ayer. Son momentos únicos que se disfrutan allí y aquí, en el momento y después.
Una mirada, hago demasiadas fotos, lo sé, pero es que con semejante panorama quién se resiste. Fue un paseo muy especial, con la barca para nosotros solos y con multitud de animales en las inmediaciones. Así era nuestros Planeta hasta hace poco.
Senior Citizen, no uso el flash, pero los animales están más lejos de lo que parece. Lo que pasa es que el teleobjetivo los acerca. Muchas fotos están recortadas para acercarlos aún más. El flash que viene con las cámaras suele ser una porquería y no vale para nada.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Laura M., las fotos me sirven para recordar y para investigar más sobre los animales que vimos. Fue un paseo estupendo.
ResponderEliminarRosa María, es un recorte de otra foto, para acercar las aves, por eso tiene tanto ruido, pero sirve a su propósito, que es lo que importa. Fue una tarde preciosa, navegando por un río en soledad, admirando los animales en su entorno natural, como debe ser.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Qué bonito zafari, fui otra vez de viaje por aquí y por los museos de Mari-Pi-R Hoy fue una tarde regia acompañada de mate y torta de limón. Gracias, las fotos geniales. Abrazo sin barbijo
ResponderEliminarRosa María, aquí se queda este safari, congelado en el tiempo, para que lo visitemos cada vez que queramos. Cuídate.
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