Contrariamente a mi costumbre de ir saltando de un continente a otro en este blog, esta es la tercera, y última, entrada consecutiva sobre la Tioga Road, pero es que creo que así se aprecia mejor este rincón del mundo.
Hoy toca caminar, pero es poco rato y la ruta es muy sencilla. Nos encontramos en unas tierras que estaban habitadas por los indios cuando los primeros hombres blancos llegaron, relativamente tarde, allá por el final del siglo XIX.
Uno de ellos era John Muir (1838 – 1914), un escocés nacionalizado estadounidense que se caracterizó por la defensa de los grandes espacios naturales del Oeste americano. Publicó infinidad de artículos, así como varios libros, y gracias a él disfrutamos hoy de parques como Yosemite o Sequoia.
Después de un accidente en el que casi pierde la vida, se dedica a recorrer a pie gran parte de Estados Unidos, y Centroamérica, pasando incluso al Caribe y alcanzando California en 1868, donde se establecería Fundó allí, en 1882, el Sierra Club, el primer grupo conservacionista de la historia.
La ruta que hicimos es muy sencilla, tiene unos 2,5 km y se recorre en una hora. Empieza y termina en el aparcamiento de Lembert Dome. Esta nube me llamó la atención con sus colores.
Llegamos al Parsons Memorial Lodge, un pequeño edificio que fue construido en 1915 por el Sierra Club, tratándose de una de las primeras estructuras de piedra en el interior del parque de Yosemite.
Rinde tributo al neoyorquino Edward Taylor Parsons, un conservacionista y montañero que se convertiría en director y consejero del Sierra Club desde 1905 hasta su fallecimiento en 1914.
Se escogió esta ubicación para la cabaña con el objetivo de proteger del pastoreo a unas fuentes termales cercanas, llamadas Soda Springs. El edificio es de una sola planta y en él encontramos fotografías de la época. Fue declarado National Historical Landmark en 1987.
Hacía una tarde estupenda, de modo que alargamos un poco nuestro paseo para disfrutar de los alrededores.
Llegamos así a este fotogénico río. Por algo la zona se llama Tuolumne Meadows.
Solo nos restaba, pues, regresar al aparcamiento por la misma senda.
La carretera continúa, y nos habría encantado atravesar el puerto de montaña y llegar a Mono Lake, pero nuestro hotel iba quedando más y más lejos y todavía nos quedaban muchos kilómetros por recorrer. Queda para otro viaje.
Bravo, pues, por mister Muir por su capacidad para sensibilizar a la sociedad de su tiempo, su contribución al mantenimiento de espacios naturales y su denuncia contra la sobreexplotación de los recursos de la Naturaleza.
ResponderEliminarMe ha gustado esta ruta y reconozco que no me hubiera importado recorrerla a pie y empaparme in situ de tanta maravilla.
De vez en cuando surge algún conservacionista que gracias a el se mantiene el paisaje lo más virgen posible para posteriormente poder disfrutar de el.
ResponderEliminarNo parece que haya mucho turismo, lo que es una ventaja para que se conserve.
ResponderEliminarBuen recorrido el que hizo John Muir. Unas fotos preciosas, la nube sabía que te gustaría fotografiarla.
ResponderEliminarAbrazos.
Una mirada, se suele hablar poco de las personas que realmente merecen la pena, que son muchas. Es una aliciente más para rescatarlas del olvido.
ResponderEliminarUn jubilado, necesitamos de más personas como él que nos muestren el camino, pero también debemos preguntarnos como especie en qué tipo de planeta queremos vivir. Depende de cada uno de nosotros.
Senior Citizen, los turistas se agolpan en las atracciones principales y por falta de tiempo o de interés dejan de lado lugares tan maravillosos como éste. Por eso digo que me gusta viajar despacio.
Conchi, y tanto. ¿Te imaginas recorrer toda esta inmensidad caminando o a caballo? Debió de ser una experiencia impresionante.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Qué maravilla de paseo. Variado paisaje me gustaron varias, la 10,17,18, de la 23 en adelante, las nubes, es como estar en el lugar. Preciosa e instructiva tu entrada.Cariños y gracias
ResponderEliminarEntiendo esa necesidad de escapar del bullicio del turismo para absorber la tranquilidad que da buscar los rincones donde la voz es la del rumor del agua corriente, la del viento y la de los animales silvestres.
ResponderEliminarEl paisaje es espectacular, con un gran esplendor natural que ronda por todos los rincones.
Saludos.
·.
ResponderEliminarDirectamente, o indirectamente, tu post fotos buenas aparte, es un homenaje al conservacionismo, en la figura de los personajes citados. Como ellos debiéramos ser todos. En ello va nuestra calidad de vida... y la vida que dejemos.
Un abrazo Javier
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Rosa María, me alegra que te haya gustado. Es un lugar excepcional que disfrutamos muchísimo y al que no me importaría volver.
ResponderEliminarJavier G., amo la tranquilidad, así que estos son los lugares que más me gustan. Respeto a los demás, pero me gusta que no haya demasiada gente, y aquí vimos colmados nuestros deseos.
Alfonso, muy directamente; no en vano, uno de los objetivos de este blog es dar a conocer nuestro Planeta a fin de que entre todos podamos protegerlo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Me encanta Yosemite. Nunca he estado allí pero cuando veo sus fotos me parece conocerla como la palma de mi mano.
ResponderEliminarTu entrada transmite paz, tranquilidad, calma, belleza, naturaleza en estado puro, vamos lo que viene siendo "un trocito de cielo en la tierra".
Gracias por toda la información que nos aportas.
Contadora de Libros, los viajes que más disfruto es cuando me subo a un coche y conduzco por sitios insospechados. Me siento un explorador privilegiado, que descubre nuevas rutas desde la más absoluta comodidad. Estos lugares no son ningún secreto, y están al alcance de cualquiera, pero son pocos los que se salen de los caminos trillados que aparecen en las guías de viaje, así que la recompensa es doble. Transmite tranquilidad y belleza porque es lo que había.
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