Viajamos en el tiempo, a junio de 2001, y en el espacio, porque os llevo a Canadá. Íbamos huyendo de una lluvia persistente y de las nubes que estropeaban el paisaje de las Rocosas, y de esta forma llegamos a un parque que no teníamos previsto conocer, el de Wells Gray. Nos turnábamos para conducir y ese día iba yo al volante por una pista de tierra bastante ancha cuando tras una curva descubrí los que serían mis primeros osos en libertad, una madre con dos crías todavía muy pequeñas.
Han pasado muchos años, pero lo recuerdo como si fuera ayer. La madre comía las bayas que encontraba en la cuneta, sin prestarnos la más mínima atención, de modo que nos detuvimos y, sin bajarnos del coche, mi amigo le sacó esta foto. No tengo los metadatos, porque todavía tiraba con carrete, pero seguro que tuvo que usar el 28mm de lo cerca que estábamos.
Avanzamos unos metros, y con la seguridad de la distancia sí nos bajamos para sacar esta otra foto de los animales cruzando la pista.
Fue una experiencia inolvidable, algo que ni siquiera habíamos soñado ver.
¿Se parecen a los de peluche?
ResponderEliminarQué pelaje bonito!! Emocionante verlos tan cerca verdad?. Abrazo
ResponderEliminarQué extraordinario encuentro. Y mira que las osas con crías tienden a ser agresivas con cualquiera que se acerque a su espacio vital.
ResponderEliminarSó imagino;
ResponderEliminarSão lindos.
Boa entrada de mês de agosto.
janicce.
Ha llovido mucho desde el año 2001, pero hay momentos que se quedan grabados para siempre y sus recuerdos son tan vívidos como para hacernos sentir que fue ayer cuando sucedieron.
ResponderEliminarMe alegra que te haya pasado con este encuentro que nos traes, y que guardes tan buenos recuerdos de un lugar que me parece precioso. Un regalo de la madre naturaleza, que esperaba por ustedes en el momento oportuno.
Besos.
Bonito encuentro, en mi caso lo único que se me ha atravesado en la carretera ha sido una ardilla, un zorro o un jabalí.
ResponderEliminarEn estos días se viralizó un video de acá de mi ciudad, el oso negro apodado "El Oso Cariñoso" luego de que fue y se le encimó a una chica y alguien lo grabó, ja. Corren con suerte quienes se los topan y no pasa nada, eh. Porque estando de malas pueden llegar a hacer mucho.
ResponderEliminarTe avala la prudencia, muy bien hecho. Hay gente que pierde el norte por conseguir grandes secuencias fotográficas arriesgando su vida. Una osa con sus vástagos puede tener una reacción súbita de ataque y tienen una velocidad que a muchos sorprendería.
ResponderEliminarTal como has conseguido las escenas me satisface.
Saludos.
Senior Citizen, más bien poco, estos son más grandes que tú y van a cuatro patas. Eso sí, no te tocado ninguno para comprobar su textura.
ResponderEliminarRosa María, especialmente cuando es la primera vez que los encuentras tan cerca y en total libertad.
Una mirada, ésta estaba más interesada en alimentarse que en nosotros, aunque solo vimos los oseznos desde la distancia. Debieron esconderse al escuchar el coche.
A Casa Madeira, parecen muy tiernos, como para llevárselos a casa, ¿verdad?
Muchas gracias a todos por vuestros coemntarios.
Contadora de Libros, que si ha llovido, no veo el momento de volver a las Rocosas, pero el mundo es tan grande... Y sí, al ser la primera vez que lo vimos tan cerca, es de esos momentos que no se olvidan.
ResponderEliminarUn jubilado, quién sabe si algún día te topas con algún oso del Pirineo. El problema es que no hay muchos y prefieren vivir en zonas más remotas.
Alexander Strauffon, parecen adorables, pero son animales salvajes y más vale andarse con ojo, no sea que ataquen. Yo no recomendaría a nadie que se acercara demasiado. Con esto de la pandemia, muchos animales salvajes se han acercado a las ciudades.
Javier G., me encantan los animales, los respeto y procuro aprender sobre ellos y acerca de cómo comportarme. Son ya muchos documentales de la 2,ja,ja. Pero tienes razón, mucha gente se juega la vida pensando que estos animales son lentos, cuando la realidad es bien diferente.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.