Fui al extremo sur de Sudáfrica buscando tiburones blancos, pero encontré mucho más. Era invierno, temporada baja para unas localidades bañadas por un mar más frío de lo habitual, y además me quedé una semana en un hotel espléndido donde los turistas pasan una o dos noches como mucho.
Ello me permitió conocer a un par de personas de esas con las que conectas enseguida: una congoleña de orígenes belgas que se conocía buena parte de África, y una guía excepcional que me acompañó casi todos los días y de la que guardo muy buen recuerdo a pesar del tiempo transcurrido. No en vano, fueron muchas las horas compartidas en busca de ballenas y flores.
Lejos de limitarse a mostrar el paisaje, su conversación era rica en matices que solo la tranquilidad te permite apreciar. Estaba jubilada, pero seguía acompañando a los turistas porque amaba su trabajo.
Tiburones no había, pues unas orcas habían hecho acto de presencia, espantando a los escualos. Los vería en otro sitio, a varias horas de aquí. Pero ello no me impidió disfrutar de la flora de Grootbos, avistar ballenas desde la costa o visitar una cueva como ésta, a orillas del mar. Se trata de Klipgat Cave.
Se encuentra cerca de la localidad de De Kelders, y accedemos a ella por la Walker Bay Natural Reserve. De Kelders es un nombre de origen holandés que deriva de las numerosas cavernas que se forman en la porosa piedra caliza de la región. Se formaron hace millones de años, causadas por la erosión de los acuíferos submarinos. Con el tiempo, se fueron abriendo como consecuencia del aumento del nivel del mar. Klipgat significa agujero de piedra.
La cueva fue ocupada por seres humanos en la Edad de Piedra, hace entre unos 80 y 50.000 años, de forma que los arqueólogos han recuperado restos de los primeros Homo Sapiens.
Tres factores hicieron que la cueva de Klipgat fuera ideal para la habitación humana primitiva: el abundante refugio que proporcionaba, la presencia de un manantial de agua dulce y la proximidad de una fuente constante de alimento en el océano. Este era el paraíso de los cazadores-recolectores. Fuente.
Huesos de animales, así como restos de cerámica recuperados en las excavaciones de 1969 atestiguan que también estuvo ocupada hace 2.000 años, concretamente por bosquimanos khoikhoi, una división histórica del grupo étnico khoisan. El pueblo Khoikhoi de la zona, más conocido como el pueblo Quena, prosperó hasta el siglo XVIII, cuando llegaron los primeros colonos blancos. Alrededor de 1713, una devastadora epidemia de viruela casi aniquiló a toda la población local. La expansión colonial y la confiscación de tierras erosionaron aún más su estructura social y su forma de vida tradicional.
Nuestra historia nunca es sencilla, y a mí me gusta sumergirme en ella al tiempo que disfruto de los paisajes.
Es un sitio al que estoy desando volver, pero sospecho que sin Jo no será lo mismo.
Cuando alguien que conoce el lugar nos acompaña, todo se ve de otra manera. Jo sigue siendo amante de su profesión. Un disfrute de fotos amigo. La cueva de Klipgat es una maravilla.
ResponderEliminarIntentando volver a la normalidad. Muchas Gracias 🤗〰〰💕
Buena semana.
Un abrazo.
Dios mío qué lugar, cuánta historia y qué preciosidad, está enclavado en una maravilla de sitio, me imaginé ahí de primitiva, además tuviste la suerte de descubrirlo en compañía de alguien que seguro te lo mostró con todo lujo de detalles y diferente a como tu solo lo hubieses descubierto, eso es un privilegio, que nos acompañe a conocer los sitios gente que sepan de esos sitios y los amen profundamente porque eso lo trasmiten. ¡Qué lugar!, si algún día ocurre el milagro y pierdo el miedo a volar , este lugar queda apuntado como uno de esos favoritos a visitar. Me he enamorado. Mi abrazotedecisivo
ResponderEliminarHas tenido una buena guía, que no solamente se ha limitado a mostrar esos lugares. La información es muy valiosa para tener buen conocimiento de la zona.
ResponderEliminarBuen reportaje fotográfico. Feliz fin de semana.
Tengo amigas que viajan y dicen que es mejor con guía, pero mi experiencia es de moverme por sitios turísticos de mi ciudad y oír a guías que le dicen a su grupo verdaderos disparates sobre lo que están viendo. Más de una vez he tenido que intervenir y corregirlos porque me irrita que esos turistas se vayan de Granada desinformados, solo con un par de anécdotas tomadas de Internet. Y la culpa no es del guía, sino de las autoridades que permiten guías sin preparación y de los propios turistas que los contratan por ser más baratos.
ResponderEliminarTú tuviste suerte ahí de encontrar una persona que te mostró ese maravilloso sitio aumentando, si cabe, su interés.
Laura M., que todo vaya bien. Da gusto encontrar gente que es capaz de transmitir con pasión aquello que ama.
ResponderEliminarSara, algún día sabremos más de nuestros orígenes que, por lo que parece, se remontan a este precioso continente. Era temporada baja y tuve la suerte de encontrarme con una mujer amante del sitio, de las personas y de la vida en general. Vuela sin miedo, que es el medio de transporte más seguro que existe. Yo llevo más de treinta años subiéndome a muchos aviones y jamás tuve percance alguno. Hay cursos para perder el miedo. ¡Ánimo!
Ventana de foto, uno nunca sabe dónde saltará la liebre, pero creo que viajar con calma facilita este tipo de encuentros tan agradables y provechosos.
Senior Citizen, cada viaje pide cosas diferentes. Esos guías que mencionas suelen trabajar por la voluntad o ser muy baratos, y, por lo general, uno obtiene lo que paga. Allá cada uno, pero yo prefiero informarme bien y de momento no me ha ido mal. Aunque algún guía petardo sí he sufrido.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.