Estuvimos varios días en Zanzíbar y como no todo iba a ser estar tumbado en
la playa, hicimos esta excursión de medio día al único parque nacional que había
en la isla.
Visitamos una zona de manglares, un ecosistema importante, pues sirve de
criadero y da cobijo a muchas especies marinas.
Afortunadamente,
había una pasarela de madera en buen estado para proteger el terreno de
nuestras pisadas que sirvió para guiarnos. No debe ser agradable perderse por
aquí.
Estamos rodeados de agua, vegetación, raíces aéreas…
Este
parque es famoso por albergar unos 1.000 ejemplares del mono colobo rojo, una
especie endémica de la isla más grande, a la que se intenta proteger con el objetivo
de que recupere población. Se estima que solo quedan entre 1.600 y 3.000 individuos
y un intento de traslado a la otra isla fracasó.
La
deforestación y la superstición de los lugareños, que creen que dan mala
suerte, son sus principales enemigos.
Son
monos muy sociables, y para ellos los cables de la luz son una rama más a la
que agarrarse con sus largos dedos mientras juegan y se alimentan. A diferencia
de otros monos su cola no es prensil.
Además
de los monos hay otros animales, como unas 50 especies de mariposas y 40 de
aves.Creo que ya mencioné mi mala impresión sobre algunas personas en Zanzíbar.
Además de tener que discutir con nuestro guía si los precios estaban en euros o
en dólares, descubrimos que una de las atracciones locales es ver cómo los
monos se mean sobre los turistas. Es una forma que tienen los animales de
mostrar que no somos bienvenidos en su mundo arbóreo. Mucho cuidado con ponerse
bajo ellos, porque la gente no te avisa. Por suerte, al llegar nosotros había
otros viajeros y pude darme cuenta de la jugada.
Que curiosos son esos monos con esa espalda roja tan llamativa... ¿Son grandes o pequeños en relación con otras "familias"?
ResponderEliminarQue gran paseo por la naturaleza esto es estar entretenido en un buen sendero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una monada de entrada y eso que los habitantes de la isla los han apodado «kima punju», que significa «mono veneno» en suajili, debido a su fuerte y desagradable olor corporal.
ResponderEliminar·.
ResponderEliminarMe han encantado esos monos meones. Habría que convencer a los lugareños de que dan buena suerte. Son monos muy monos.
Esa agobiante selva debe se una experiencia única.
Un abrazo Javier.
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Me encanta los viajes que haces Tawaki aunque este de la selva no sería yo capaz de hacerlo y menos con los monos meones por allí.
ResponderEliminarAbrazos.
Un lugar ideal para perderse (emocionalmente, mentalmente) y encontrarse.
ResponderEliminarEscrupuloso respeto a la naturaleza y a la vida.
Gracias por llevarnos, a través de tus fotos, hasta allí.
Qué hermosas fotos, qué vegetación, mi imaginación voló y sentí menos calor. Preciosos los monos, un regalo de la Naturaleza que pocos saben apreciar. Todo, todo, me encantó. Gracias. Abrazo y que estés bien.
ResponderEliminarQue los monos (oye, qué caretas más guapas tienen) se meen en la gente, como diversión propia o protesta, es una cosa; que eso suponga una atracción más por parte de quienes diseñan las rutas a mostrar, me parece una marranada.
ResponderEliminarMe ha encantado la pasarela y esas raíces de los árboles que culebrean en el manglar, pero, sobre todo, me he quedado encandilado con el primer plano del mono.
Oi Tawaki,
ResponderEliminarQue fauna e flora maravilhosa é essa!
Ficaria aí por dias; estou atrás aqui no Brasil dessas samanbaias...
E que a vacina chegue logo para podermos ter mais liberdade de ir
e vir para ver coisas belas como esta que nos mostras.
Obrigada por sempre dar uma passadinha lá na casa;
Abraços
janicce.
Vaya con los monitos, y la mala fe de los lugareños,al menos os librásteis de la ducha. Increible la vegetación que hay.
ResponderEliminarBuena semana Javier. Cuídate.
Un abrazo.
Senior Citizen, los hay más pequeños, pero estos no son muy grandes y pesan lo que un mono verde, por ejemplo. El hecho de que vivan en una isla también influye. Sus 900 gramos quedan muy lejos de los 25kg de un papión o de los 60kg de un chimpancé.
ResponderEliminarMAri-Pi-R, ya sabes que soy un fanático de la naturaleza, así que aquí estoy muy a gusto.
Un jubilado, la superstición sigue desempeñando, por desgracia, un papel demasiado preponderante. Me pregunto de dónde nos viene ese ramalazo por destruir lo que nos rodea.
Alfonso, la isla entera es un gran parque natural. Confiemos en que las divisas de los turistas que vamos a ver a los monos convenzan a los locales que merece la pena cuidar mejor de ellos.
Conchi, es una selva relativamente pequeña, muy cerca de la carretera de acceso y con buena señalización. De todas formas, nosotros llevábamos alguien como guía.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Contadora de Libros, con un poco de suerte conseguiremos que los lugareños los respeten. El dinero es siempre un gran incentivo, y somos muchos los que apreciamos estos parques naturales.
ResponderEliminarRosa María, echo mucho de menos este tipo de viajes, pero las circunstancias actuales nos obligan a ser precavidos, así que hemos de contentarnos con las fotos. Me alegro de que te haya gustado.
Una mirada, una gran marranada, de ahí mi denuncia, porque son actitudes que han de cambiar. Al final, los monos solo muestran su descontento ante el acoso al que se ven sometidos. A veces hay quien se acerca demasiado pensando en sacar una buena foto.
A casa Madeira, ojalá que la vacuna llegue pronto y podamos retomar nuestras vidas, porque echo mucho de menos hacer estos viajes de naturaleza.
Laura M., a veces, cuando uno llega de nuevas, merece la pena dar un paso atrás y observar el entorno. Los lugareños siempre se mofan de los novatos.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Me encantan los monos. Si pudiera, tendría uno como mascota. No me importa que meen desde los árboles. Todos meamos.
ResponderEliminarQué bosque tan bello. En realidad es un manglar ¿Qué tal los zancudos en la zona?
ResponderEliminarEn cuanto al trato con los turistas...Es muy lamentable esta situación, y más aprovecharse de la ignorancia del visitante.
Alí Reyes, tienes toda la razón, es un manglar con todas las de la ley. No vimos muchas aves, quizás porque es un ecosistema pequeño, puede que por estar muy masificado en plan turístico. Lo de los locales es, efectivamente, lamentable. Por eso aviso a futuros viajeros.
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