Camboya y el agua van de la mano durante gran parte del año. Especialmente, cuando en la estación de las lluvias, los ríos Mekong y Sap invierten su curso y el lago Tonlé Sap decuplica su extensión.
Nosotros fuimos en noviembre, cuando los días de lluvia son escasos, pero pudimos observar de cerca lo apegados que están los camboyanos al agua. Para ellos no es solo un bien de primera necesidad, sino también un medio de transporte. Construyen sus cabañas junto a los ríos, construyen embalses y se sirven del preciado líquido para regar sus campos de arroz.
Una de las actividades que habíamos contratado era un paseo en barca por el río Sangke.
Al estar fuera de la mayoría de los circuitos turísticos, estuvimos solos durante todo el recorrido, cruzándonos tan solo con gente local que tendía redes de pesca, se bañaba para mitigar el calor o remontaba la corriente en otra barca.
Por lo general, los adultos seguían con su trabajo sin inmutarse, mientras que los niños nos saludaban con efusividad.
Casi todas las cabañas son precarias, construidas allí donde las orillas son algo más altas, para esquivar la crecida del monzón. Los más pudientes se hacen casas de hormigón, con pilares altos.
Es la Camboya de verdad, la que no ven quienes solo van a Angkor Wat, con sus plásticos y sus redes de pesca, sus puentes colgantes y sus embarcaciones.
Pero también con un paisaje verde, en cierto modo, virgen, aunque esquilmado.
Adentrarse en el país es una forma excelente de conocerlo al tiempo que les ayudamos económicamente. Es mucho más efectivo que darles dinero, ya que se fomenta el turismo, la entrada de divisas, la ocupación laboral y la conservación del entorno natural. Camboya sale de muchos años de sucesivas guerras, necesita crecer e incorporarse al siglo XXI. Quizás sin prisa, pero desde luego sin pausa.
El agua es un elemento creador de vida, es fundamental para la existencia de todos los organismos vivos en este planeta.
ResponderEliminar'Agua' - Gabriela Mistral (fragmento)
Quiero volver a tierras niñas;
llévenme a un blando país de aguas.
En grandes pastos envejezca
y haga al río fábula y fábula.
Tenga una fuente por mi madre
y en la siesta salga a buscarla,
y en jarras baje de una peña
un agua dulce, aguda y áspera.
No parecen muy seguras las barcas ¿no?
ResponderEliminarLe he estado dando un repaso en la Wikipedia a la historia de Camboya y todos los nombres suenan a guerra por haberlos ido leyendo en la prensa conforme entraban y salían de algún conflicto.
ResponderEliminarContigo siempre vivo lo autentico, me gusta ver a la vida de la gente ordinaria en sus labores.
ResponderEliminarUn abrazo.
·.
ResponderEliminarPrisa no sé pero sin pausa es una necesidad perentoria.
Estupenda colección de fotografías, especialmente aquellas en las que reflejan la vida cotidiana,, la que nos hace ver la distancia que nos separa y la necesidad de implementar actividades que 'les' generen riqueza.
Un abrazo Javier
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Excelente muestra fotográfica. Imagino que habrás gozado con el paseo ya que lo natural y agreste es lo tuyo. Esos niños con su juguetona inocencia viven a su manera disfrutando del lugar, como toda niñez sencilla y carenciada. Gracias hermoso reporte. Besos
ResponderEliminarDa gusto conocer los lugares más emblemáticos de un país, pero también perderse por los escenarios menos turísticos, que suelen ser muchas veces los más auténticos y genuinos.
ResponderEliminarMe alegro de que lo hayas disfrutado así.
La foto número 8 me gustó mucho, me transmite muchas cosas y me hace estar allí al instante.
Gracias por compartir.
Seguro que es un lugar muy interesante para visitar. No dudo que la gente tendrá esa amabilidad oriental de la que tanto se hacen apreciar.
ResponderEliminarSupongo que la naturaleza tendrá un espacio nutrido de especies que observar.
Saludos.
Agua de vida, fuente de esperanza...
ResponderEliminarDe tu mano he descubierto Camboya, su cara turística y esa otra discreta, laboriosa, superviviente de tantos horrores, que sigue adelante alzándose sobre tanta precariedad.
Me encanta contemplar esas imágenes de vidas cotidianas, encandilarme con esas sonrisas francas de la chiquillería y sentir esas lejanas tierras un poco más cerca.
Un jubilado, y en algunos sitios no solo es esencial, sino que es de las pocas cosas a las que la población tiene acceso.
ResponderEliminarSenior Citizen, cierto. Afortunadamente, el río discurre tranquilo y no te sientes en peligro, pero es un país bien pobre y no disponen de muchos medios. Camboya vive sus primeros años de paz después de mucho tiempo, de infinidad de guerras y de un conflicto interno que se llevó por delante a una gran parte de la población y que os he ido contando en el otro blog.
Mari-Pi-R, yo al menos viajo para ver lo auténtico. Me gustan las postales que salen en las revistas, con los principales monumentos y paisajes, pero en mi opinión, hay que mezclarse con la vida local para saber apreciar las diferencias.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Alfonso, una parte de haber elegido este viaje es generarles esa riqueza material de la que andan tan necesitados. Es un país devastado por las guerras, pero con una gente excepcional que quiere salir adelante a toda costa y que lucha por ello. Admirable.
ResponderEliminarRosa María, disfruté mucho con mi viaje a Camboya y lo considero un viaje muy especial, precisamente por esa autenticidad que pudimos apreciar. La pobreza es brutal, pero impresiona ver cómo salen adelante y cómo con su esfuerzo van mejorando sus condiciones de vida.
Contadora de Libros, es como más me gusta viajar, saliéndome de los caminos trillados y dejando atrás las hordas de turistas que solo buscan una foto para Facebook. A mí me gusta conocer, y para eso hay que mezclarse con la gente aunque sea de una forma cómoda y sencilla, a través de un viaje organizado por muy personalizado que esté. No es fácil, para un urbanita del primer mundo como yo, moverse por estos países sin la ayuda de un buen guía, y nosotros tuvimos el mejor.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Javier G., es un país que recibe poco turismo y que todavía mantiene esa inocencia ya perdida en otras partes del mundo, lo que lo hace más atractivo. Es un destino barato, siempre dependiendo de cómo queremos viajar, claro está, pero que ofrece muchísimo. Desgraciadamente, la fauna es limitada y esquiva, al menos para los que no la buscamos de forma intensiva. Tantos años de guerra y de hambre han influido de forma decisiva.
ResponderEliminarUna mirada, yo me quedé prendado de este país tan diferente y tan lejano. De sus gentes amables y educadas que hacen frente a una pobreza que les hace más grandes. Imagino que, entrada a entrada, logro transmitir el enorme cariño que tengo por este viaje tan especial.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Es verdad que fomentar el turismo en estos países les ayuda mucho. Un paseo estupendo Tawaki.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conchi, es una de las mejores maneras de sacar partido a los bienes que uno posee al tiempo que se recogen divisas necesarias para el crecimiento del PIB. Gracias por la visita.
ResponderEliminar