Estaba siendo una tarde de lo más apacible, aunque la
luz del día anterior me había gustado más, cuando un nuevo grupo de elefantes
cruzó por delante de nuestro todoterreno. Bueno, más bien fuimos nosotros los
que nos detuvimos en su camino.
Algunos de sus componentes eran todavía muy pequeños,
y esta cría demostró gran interés por nosotros. Se acercaba con la misma prisa
que un niño pequeño que haya descubierto un perrito con el que jugar.
Era todo patas. Con la comida aún en la boca y una
trompa y unas orejas descontroladas que parecían tener vida propia, caminaba,
se detenía y volvía a avanzar.
Nosotros estábamos parados en mitad del camino, viendo cómo se acercaba a todo correr, pero la madre debió advertirle de alguna forma
– seguramente usando sonidos de baja frecuencia, inaudibles para los seres
humanos – porque se frenó en seco, dio media vuelta y huyó como alma que lleva
el diablo.
Hace relativamente poco que se ha descubierto que los elefantes utilizan esos infrasonidos para comunicarse, a veces con varios
kilómetros de por medio, y es muy posible que la madre advirtiera a su cría de
que no se acercara.
En
esta serie de fotografías se observa el comportamiento de estos animales.
Fijaros en que cuando la cría es pequeña, siempre se interpone un adulto entre
ella y el vehículo, mientras que cuando está más crecida, mantienen una
distancia mayor con ella. Su lenguaje corporal nos avisa de sus intenciones y
nunca conviene pasarlo por alto. Las madres y tías nos observan con cautela y
nos advierten de que tengamos cuidado.
En algunos parques, como el de Tarangire, en Tanzania,
los elefantes aún recuerdan que los cazábamos, y son más precavidos, pero en el
resto de reservas que he visitado se limitan a rodear los vehículos sin
interactuar con ellos. Todo lo más, te miran largamente, demostrando que te
vigilan y que no terminan de fiarse del todo.
Este era un ejemplar joven, relativamente pequeño, pero podría aplastar el todoterreno si quisiera. No obstante, se contenta con
olernos desde una distancia prudencial. Eso sí, cuando te encuentras con una
cría en mitad del camino, más vale detenerse sin que se sienta amenazada en
ningún momento.
Siempre digo que los animales no tienen nada que ganar atacándote. Por lo general van a lo suyo y te ignoran. Otra cosa es cuando
estás en su camino o cuando te encuentras demasiado cerca de sus crías.
Entonces te hacen saber que harías mejor en retirarte lo antes posible, y si no
lo haces, sí que pueden cargar contra ti, a veces con resultados letales.
He oído que, en algunos sitios, los conductores los
provocan, algo que no solo va en contra de las normas, sino que es muy
peligroso. Si vuestro chófer es de esos, cosa que a mí no me ha sucedido nunca,
lo mejor que podéis hacer es denunciarlo. Está en juego la seguridad de los
animales, pero especialmente la tuya.
Muy tierna la mamá elefante cuidando de su cria. Preciosas fotos Tawaki.
ResponderEliminarSaluditos.
¡Dumbo! Igual, igual que el de la película...
ResponderEliminarEstoy a la espera de que google prepare un traductor de elefantes a humanos, nos entenderemos mejor si los escuchamos.
ResponderEliminarLos elefantes son matriarcales y protegen a su crían seguramente, de mayor manera que nosotros a nuestros hijos.
·.
ResponderEliminarUn reportaje envidiable. Estar allí es más que premio suficiente. Tus sensaciones serán indescriptible. Nosotros solo vemos, no sentimos, no olemos ese ambiente. pero nos conformamos con lo que nos regalas.
Un abrazo
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Ya se ve carácter al pequeño tratando de poner orden a su futuro como lider de la manada.
ResponderEliminarSaludos.
Me encantan estos animalitos. Sobre todo cuando son así de pequeños me resultan súper simpáticos!! con esa manera de andar y correr, que parecen alocados y atolondrados pero en plan simpático.
ResponderEliminarMe provocan mucha ternura.
Tanto pequeños y adultos, son los elefantes unos animales preciosos e interesantes. Muy inteligentes, muy protectores y muy familiares.
Qué lujo en los detalles...Y qué majestad de animales...Gracias por este regalo
ResponderEliminarSão umas graças esses filhotes;
ResponderEliminarEu passaria muito tempo por aí;
Continuação de uma boa semana.
E se cuida pois para o covid (vírus) não há fronteiras.
Unas imágenes extraordinarias que muestran que la curiosidad y jugueteo infantiles no son de exclusividad humana, como tampoco el apoyo y vigilancia maternal.
ResponderEliminarEres todo un privilegiado, asistiendo a esos instantes.
Conchi, son animales muy inteligentes que además van acumulando experiencia con los años.
ResponderEliminarSenior Citizen, es que los de Disney siempre recrearon con mucho cuidado todos los detalles. Desde luego, es la primera imagen que se nos viene a la cabeza.
Un jubilado, son unos animales increíbles, que me gustan más conforme voy aprendiendo cosas sobre ellos. Ese traductor no nos vendría nada mal.
Alfonso, tú lo has dicho, vivirlo en directo, aunque solo sea por unos segundos es una gran suerte. Soy muy afortunado, lo sé, y me gusta compartir los buenos momentos.
Javier G., mientras le deje la matriarca. Curiosidad y ganas de aprender no le faltan.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Contadora de Libros, es muy curioso observar su lenguaje corporal, que lo dice todo. Como bien dices, son muy tiernos, y uno podría pasarse horas viendo cómo interactúan entre ellos. Todo un espectáculo.
ResponderEliminarAlí Reyes, me gusta compartir, ya lo sabes, esos pequeños momentos que van marcando mi vida.
A Casa Madeira, yo también podría estar horas y horas sin cansarme nunca. Cuídate mucho tú también.
Una mirada, tuve mucha suerte de poder asistir a un encuentro como este, soy consciente de ello y doy gracias todos los días. Los elefantes, animales que apenas empezamos a comprender, son unos animales increíbles junto a los que podríamos pasar horas y horas.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.