Las vistas de la ciudad desde la colina de Fourvière
son espectaculares, pero es que además encontramos allí un conjunto de restos
romanos que datan del nacimiento de la ciudad, llamada entonces Lugdunum y fundada
en el 43 a.C. Se puede subir caminando por una red de senderos, pero recomiendo
usar el funicular para salvar los más de doscientos metros de empinado
desnivel. Quizás sea mejor llegar primero hasta la basílica y bajar luego
andando.
Hay un teatro, un odeón y algunas ruinas de un templo dedicado a la diosa Cibeles. Algo más arriba quedan los restos de un acueducto,
todos ellos Patrimonio de la Humanidad, según declaración de la UNESCO.
El teatro fue construido en el 15 a.C y podía albergar
unos 10.000 espectadores después de que fuera ampliado en tiempos de Adriano.
Lo que vemos hoy es fruto de una restauración llevada a cabo en el siglo XX, ya
que la falta de uso motivó que sirviera de cantera durante siglos, con el
consecuente deterioro. Hoy día se representan en él espectáculos de danza,
ópera, etc.
El odeón, espacio dedicado al canto, aunque también al teatro, data del 100 d.C y tenía una capacidad para unas 3.000 personas.
El lunes de Pentecostés lo había reservado para el
cercano Museo Galo Romano, pero me lo encontré cerrado. De hecho, no había nada
abierto en toda la ciudad, cosa que me fastidió bastante, la verdad.
Se ve que no piensan demasiado en el turista, porque una cosa es descansar, algo a lo que todos tenemos derecho, y otra cerrar absolutamente
todo justo cuando mejor podría visitarse. A veces, los sitios que tienen tanto
que ofrecer, descuidan al que viene de fuera, sabedores de que otro ocupará
nuestro lugar.
Para hacer tiempo mientras iba al aeropuerto me di
otra vuelta por la colina, en esta ocasión con algo más de sol que la primera
vez.
Me sorprendió lo vacío que estaba todo, pues apenas me crucé con gente.
Creo que es un lugar poco conocido con lo que cuentas, yo lo desconocía y esto que he estado algunas veces en Lyon.
ResponderEliminarUn saludo.
·.
ResponderEliminar¡Que maravilla pasear por esas 'piedras'! No es que lleguemos a sentirnos romanos pero despiertan nuestra imaginación.
Tuve la suerte de disfrutar hace poco de Mérida, al modo en que tú lo has hecho. Y merece la pena. Mucho.
Un abrazo
Nota: Cuando me dejas un comentario no recibo un correo que me lo notifique y no sé por qué.
.·
LMA · & · CR
El ingenio del imperio romano, puntilloso y perenne pese a su posterior caída, es la mejor muestra de cómo una civilización fue capaz no solo de expandirse, manu militari, hasta límites geográficos increíbles sino de dejar un rastro contundente y perdurable en los territorios invadidos, tanto en las construcciones como en la organización sociopolítica.
ResponderEliminarConstruir y no destruir...
EliminarEstos lugares nunca deberían dejar que se deterioraran Tawaki, es una pena. Me ha encantado en paseo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy interesante. Me sorprendió pues no pensé que hubiera tanta ruina interesante por allí. Muy buenas las fotos que vinieron bien para apreciar que en tiempos absolutamente remotos hubo gente que disfrutara y se reuniera aunque no sé si a cantar o actuar, aunque imagino que sería así, pues esos lugares suelen tener buena acústica. Visité uno por el norte Argentino(no tan antiguo) y también me asombró por eso u al ser más reciente aunque abandonado tenía las butacas de piedra. Veré si encuentro las fotos. Gracias por el paseo. Beso
ResponderEliminarCuidado, amigo, con tanto bajar cuestas y escaleras, que tus rodillas van a resentirse. Casi es preferible subir que bajar.
ResponderEliminarEs una pena que una civilización que empezó como un puñado de agricultores, se extendiera de tal manera que implantó sus normas y construcciones por todo el imperio, pero por aquello de querer abarcar más de lo que podía se fuera todo al garete, ya lo dice el refrán Quien mucho abarca poco aprieta.
ResponderEliminarBonito paseo.
Grandes los romanos, que supieron dejar buena muestra de su poder. Aún hoy podemos disfrutar de sus obras.
ResponderEliminarConozco muy bien el de Mérida por haber vivio allí, ahora hay que pagar por verlo, pero en los 70 no, e ibamos con frecuencia a verlo.
Buen martes.
Un abrazo
que maravilla de lugar.Me has encantado un abrazo a lo lejos querida desde Miami
ResponderEliminarsi, asombra eso de que no haya mucha gente en esos paisajes hermosos... saludos...
ResponderEliminarMari-Pi-R, está en las afueras de la isla donde se encuentra el centro de la ciudad y donde están los restaurantes, por lo que hay que ir expresamente a verlos, pero importantes sí son a mi parecer.
ResponderEliminarAlfonso, siento que no te llegue el comentario, pero no sé cómo solucionarlo. Mérida es una maravilla y la tenéis bien cerca, pero en España cada vez hay más villas romanas que visitar que están muy bien. Son las ruinas de una época muy interesante, y es inevitable imaginarnos allí, asistiendo a una obra de teatro.
Una mirada, en aquella época la guerra era el pan nuestro de cada día, y los que estaban al otro lado de la frontera no eran mancos. Los romanos ofrecían una civilización más avanzada, no exenta por ello de violencia. Eran otros tiempos. De ellos nos quedan ruinas repartidas por más de media Europa, y en España hay unas pocas bien interesantes de visitar.
Conchi, entonces no se pensaba en conservarlos ni en sacarles un rendimiento económico. En la actualidad, por fortuna, hay otras formas de conservar los monumentos que nos permite preservarlos para el futuro. Ojalá siga siendo así.
Rosa María, ojalá encuentres las fotos y nos las muestres a los que vivimos lejos. Toda Francia está llena de ruinas romanas, al igual que media Europa, y la mayoría son muy interesantes de visitar. La acústica la pude comprobar en Alejandría, en otro teatro romano. Es fácil imaginarse allí sentado, asistiendo a alguna de las obras.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Senior Citizen, y tanto, desde que me caí en el hielo aprendiendo curling hace un par de años, mis rodillas no levantan cabeza. Por otro lado, subir le cuesta al corazón, pero siempre es más sano subir que bajar.
ResponderEliminarUn jubilado, tuvieron su época de esplendor, pero al final cayeron por su propio peso y por el empuje de otros pueblos que terminaron con su poder. Es ley de vida, pero al menos nos legaron importantes obras, villas y monumentos que dos mil años después siguen en pie.
Laura M., a Mérida he ido innumerables veces y siempre me acercaba por el magnífico teatro. Luego he visitado otras ruinas en España, generalmente de villas romanas. Cada vez descubren más y las preservan mejor. Son visitas muy interesantes.
Recomenzar, y que lo digas. Puede que aquí no haya buen clima todo el año, pero tenemos monumentos que se remontan a la antigüedad. Es lo bueno, que cada lugar es diferente y tiene su propio interés.
JLO, era un fin de semana largo y supongo que los locales habrían aprovechado para salir de la ciudad. Los turistas, que no éramos muchos estaban más por la parte vieja de la ciudad, lo que me permitió disfrutar del lugar a mis anchas.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Pascua, Navidad y Pentecostés, son las 3 fiestas litúrgicas más importantes y siempre se acompañan de un descanso. Es una tradición respetada desde años inmemoriales por prácticamente el mundo entero.
ResponderEliminarEs una faena llegar a un lugar y que todo esté cerrado, pero hay "fechas" y "fechas", seguro que estás de acuerdo. Sin ir más lejos ahora tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina. Y que nadie se queje de encontrar todo cerrado ese día :-)
Ahora sí, ahondando más en el fuerte de tu entrada, me gustaron mucho esas ruinas. Si las piedras hablaran, ¿verdad?
Una se queda pensando cómo fue la vida y el día a día de aquella época que vio nacer este lugar y sus monumentos.
Gracias por compartir. Besos.
Contadora de Libros, discrepo. Todos tenemos derecho a descansar, pero se puede hacer de una forma escalonada, cerrando unos sitios un día y otros en fechas diferentes. Para empezar, Francia es un estado aconfesional, y si cierran en las fiestas religiosas es porque los sindicatos son muy fuertes y están de continuo en huelga. He mirado y en Madrid, tanto el Thyssen como el Prado abren ese día. De hecho, la única fiesta religiosa en la que cierran es Navidad. En Francia no valoran al turista porque saben que si no voy yo van a tener a 200 japoneses igualmente y no les importa lo más mínimo. Pero el mundo es muy grande y hay otros lugares donde sí te cuidan, así que es cuestión de elegir. Desde luego, por Lyon no me vuelven a ver ni en esta vida ni en las dos siguientes, y es una pena, porque teniendo al país galo tan cerca prefiero ir a Londres, a Alemania, a Italia o quedarme en Suiza. Este año, en París, había manifestaciones los tres días, y perdimos un tiempo precioso cambiando de línea de metro para evitar las estaciones cerradas. Son cosas que los que sufrís huelgas continuas no valoráis, pero que yo, malacostumbrado a Suiza, sí les doy mucha importancia. Un beso y gracias por la visita.
ResponderEliminarClaro, es casi como tener todo para ti si lo turístico está cerrado por falta de planificación. Si no abren los días oportunos, la gente se olvida de regresar en otra ocasión, como bien dices.
ResponderEliminarA mi me gusta todo lo romano. Son fantásticas las construcciones y, en cada ciudad que existen, no dudo en visitarlas.
Saludos.
Javier G., estás de suerte entonces, porque en España cada vez se acondicionan más monumentos romanos para que se puedan visitar. En Lyon, lo que me molestó es que cerraran todo ese día. Creo que se puede descansar, algo que todos necesitamos, manteniendo algunas opciones para los turistas.
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