lunes, 18 de agosto de 2025

Egipto XV - Pirámide de Zoser

Llevaba a mis espaldas la mayor parte de mi visita a Egipto, pero todavía quedaban platos fuertes, entre los que esta pirámide sería un aperitivo. La visita fue rápida, porque el objetivo de la excursión era otro, pero sí pude verla desde la distancia, visitando el complejo funerario cercano.






Ubicada en el sitio arqueológico de Saqqara, al sur de la ciudad de Menfis, está considerada como una de las precursoras las cercanas pirámides de Guiza, situadas algo más al norte. Fue construida por el arquitecto Imhotep sobre una cavidad de 28 metros de profundidad para el faraón Zoser (2687 a. C. – 2668 a. C.) de la III dinastía del Antiguo Egipto.





Según la Wikipedia, hasta la construcción de la pirámide de Zoser (Dyeser), las tumbas reales consistían en cámaras subterráneas cubiertas por una estructura de adobe en forma de pirámide truncada llamada mastaba. La pirámide de Zoser está hecha en piedra y consiste en seis enormes mastabas superpuestas.






La pirámide se encuadra en un recinto que constituye un complejo funerario; alcanzó originalmente 60 metros de altura, y 140 m de largo por 118 m de ancho en la base, quedando revestida de piedra caliza blanca pulida.






Ha sido abierta al público en 2020, tras una larga restauración que fue interrumpida entre 2011 y 2015 por la revuelta popular. Es la primera restauración integral. Mis fotos son del 2008, y como veis había mucho trabajo por delante.





Hay otros edificios que recrean pabellones y capillas ficticios en los que el ka del faraón difunto realizaba el jubileo. Ya os he adelantado fotos de ellos mientras que hay otras páginas interesantes, como ésta, de National Geographic en la que se nos cuenta que fue un coronel prusiano, Von Minutoli, el primero en penetrar en la pirámide de Zoser, donde descubrió algunas de las habitaciones decoradas con plaquitas de fayenza azul. Más tarde, algunos egiptólogos, como el también prusiano Karl R. Lepsius, siguieron su ejemplo; pero hasta el comienzo de los trabajos sistemáticos de excavación de Cecil Firth, en 1924, sólo se conocían los seis pisos de la pirámide, que destacaban entre montículos de arena.






Hay once pozos de 32 metros de fondo por los que se accede a otros tantos corredores horizontales en los que se encontraron dos sarcófagos de alabastro (uno de ellos con los restos de una hija de Dyeser, de ocho años), salas revestidas de placas de fayenza, con representaciones en bajorrelieve del faraón, con su nombre Necherjet, y almacenes con más de 48 000 vasijas cerámicas y en piedra, muchas con los nombres grabados de personajes y faraones precedentes, de las dinastías I y II.



La cámara funeraria de Zoser (Dyeser) está en el centro de la pirámide, en el fondo de un pozo de 28 metros de profundidad y siete de anchura; se construyó en granito y se revistió con yeso. Fue sellada con varios bloques de granito que suman un peso total de 3.500 kg colocados como un puzle. En ellos se hallaron marcas de cantero con jeroglíficos que indicaban el peso y la orientación en la que se deberían colocar. El arquitecto y egiptólogo francés, Jean-Philippe Lauer, restaurador del complejo desde 1932, encontró restos de una momia que se dató en una época cientos de años posterior.





Junto a la muralla este, al sudeste de la pirámide, en un patio menor, hay un templo del que sobresalen tres columnas acanaladas, adosadas, reconstruido por Jean Philippe Lauer hasta la altura de los capiteles originales.






Un último vistazo a este fascinante monumento, porque todavía me faltaba visitar las grandes pirámides. En esta entrada he fusilado mucha información de las dos páginas citadas, pero es que me gustó cómo estaba redactado.

Tenía algunas entradas más de este viaje, pero tal y como os cuento en El corazón del escorpión, un reciente viaje a Egipto trastocará esos planes.