Creo que aprecio más San Francisco conforme reviso las fotos tras nuestro regreso a Europa. La ciudad tiene todo lo que cabe esperar después de haber visto tantas y tantas películas en las que tiene un papel protagonista, con sus calles onduladas, su tranvía y, por supuesto, el famoso puente, pero por algún motivo, esos iconos me parecían algo inconexo que solo tomó forma una vez en casa.
Aparcamos el coche sin dificultad y comenzamos nuestro paseo por el Historic Pier, que viene a ser algo así como el muelle histórico, ya que muestran allí dos naves que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Ambas se han convertido en museos flotantes al tiempo que homenajean a aquellos que dieron su vida durante el conflicto.
El USS Pampanito es un submarino de la clase Balao que fue botado en julio de 1943 junto con otro que, curiosamente, terminó perteneciendo a la Armada Española. Sirvió en el Pacífico, en seis misiones en las que hundió sendos barcos y dañó a otros cuatro.
Tras la rendición de los japoneses fue utilizado como plataforma de entrenamiento de la División de Rescate Submarino 11-12, siendo convertido en museo en 1982. Es el buque histórico más visitado de EE.UU. con más de 25.000 turistas anuales, aunque nosotros no tuvimos tiempo de entrar. Fuente: Wikipedia.
Una placa recuerda a los 52 submarinos estadounidenses que fueron hundidos durante la guerra. Tampoco se olvidan de los 3.500 valientes que dieron su vida en esta lucha por la libertad, personas que soportaron unas condiciones terribles y a las que los Estados Unidos actuales rinden sentido homenaje. Es algo que me gusta de los norteamericanos, no se avergüenzan de su historia, la defienden y, salvo muy escasas excepciones, son una piña.
Un poco más adelante, con Alcatraz en el horizonte y en el mismo muelle, encontramos el SS Jeremeiah O’Brien, uno de los dos barcos de la clase Liberty que quedan operativos de los 2.710 que se construyeron.
Creados como respuesta a la amenaza de los U-boot alemanes estos mercantes armados fueron construidos con el propósito de hacerlos a mayor ritmo de como estaban siendo hundidos, basándose en un diseño británico muy simple que permitía botarlos en mes y medio cuando el tiempo normal era de ocho meses. Las diversas partes eran producidas en cadena, y luego soldadas en vez de remachadas, lo que acortaba sustancialmente los tiempos. El récord lo ostenta el CSS Robert E. Peary, construido ¡en menos de cinco días!
Las mujeres, junto a otros colectivos que habían estado marginados hasta entonces, desempeñaron un papel fundamental, permitiendo que estos barcos transportaran los pertrechos que se necesitaban en el frente. Como curiosidad, escenas de la famosa película Titanic fueron rodadas en la sala de máquinas de esta embarcación.
El nombre proviene de unas palabras pronunciadas por Patrick Henry, un patriota de la Revolución de Estados Unidos que pondría nombre al primer barco de esta clase: “Denme la libertad o denme la muerte”. El presidente Roosevelt hizo mención a ello cuando en la ceremonia de botadura dijo que estos barcos liberarían Europa.
Yo, por mi parte, me las tuve con una gaviota que pensaba que esa parte del muelle era de su propiedad. Es tremendo lo agresivas que pueden llegar a ser, especialmente si están criando cerca.
Pero nosotros teníamos necesidades más mundanas, concretamente alimentar el estómago, así que nos encaminamos a uno de los muchos restaurantes y puestos de comida que hay en este muelle, donde lo mismo encuentras bocadillos de cangrejo que la famosa sopa servida dentro de una hogaza de pan.
En San Francisco hay muchos tranvías, pero no conviene deshacerse del coche tan rápido, porque el transporte público no es tan frecuente ni tan bueno como en Europa. Hicimos bien en conservarlo un par de jornadas para recorrer los sitios que quedaban más lejos.
Satisfecho nuestro apetito, volvimos a la calzada, para seguir viendo otros puntos de esta ciudad.
Buen paseo por Sanfrancisco nos traes Tawaki ¿Se puede visitar Alcatraz?. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Apreciado Javier!
ResponderEliminarEl material gráfico está excelente y el informe lo veo bien documentado, muchas gracias por compartir.
La isla de Alcatraz parecía un sitio inexpugnable hasta que construyeron allí una penitenciaría federal, la de mayor seguridad del país.
¿Una gaviota agresiva? Es posible, después de leer “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach les aprecio mucho. Veo que consumiste Chowder bread bowls.
Me ha encantado este paseo que relatas. Veo que alguien quiere saber si se puede ir a Alcatraz; la respuesta es sí. En Internet puede informarse, que no vaya a perder el último ferri. Como estamos en pandemia, en este momento hay restricciones.
Feliz semana; un abrazo.
Eso que dices de que los usamericanos son una piña, creo que últimamente habría que ponerlo en cuestión. ¿No te parece? Me temo que Trump ha abierto una brecha que será difícil de cerrar.
ResponderEliminarBuen y productivo paseo. Con las gaviotas me pasa lo que con las palomas, que no son aves que me agraden. Las gaviotas, carroñeras ellas, distan mucho de ser esas aves poéticas. Yendo en barco por el delta del Ebro se posó en la barandilla una gaviota y le arreó, sin más, un picotazo en el hombro a una señora que iba sentada de espaldas. Dos puntos tuvieron que ponerle a la mujer cuando regresamos a puerto.
ResponderEliminarComo dice el refrán o el dicho; el movimiento se demuestra andando y, para ello, los americanos tienen mucho orgullo. En todos los lugares hay marcas de la vergüenza pero, sobre todo la unidad americana es ejemplar.
ResponderEliminarMe siento orgulloso de España, sobre todo, por la solidaridad en casos extremos de su gente. Me gustan muchas cosas pero, no soporto la miseria moral de nuestros políticos (aunque los habrá honrados, afortunadamente). Lo que más destaco de su labor es la capacidad tan superior que tienen de gestionar sus propios intereses. Hay ejemplos en todos los colores.
Aquí en Zaragoza en la antigua Expo Agua anidan y son bulliciosas y aguerridas defendiendo sus nidos.
Saludos.
Esos Liberty fueron imprescindibles para cumplir la misión de llevar material al frente ruso desde Estados Unidos. Hay una película, "Acción en el Atlántico Norte" que te recomiendo si no la has visto, donde los mercantes de esta clase son protagonistas.
ResponderEliminarSaludos, buen blog, me quedo por aquí!
¿Sabes lo que me encantó? Que todavía tienen los tranvías de los años 50 o menos ¿qué tal?
ResponderEliminarInteresante lo que nos dejas.Guardando bien la historia para que la memoria no olvide. Ay las gaviotas, también me llevo muy mal con ellas.
ResponderEliminarBuen lunes. Cuídate.
Un abrazo.
·.
ResponderEliminarMuy interesante. Me ha sorprendido esa rápida técnica de hacer submarinos. Por otra parte, muy lógica.. Primero remachas y luego sueldas.
Un abrazo Javier
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Conchi, como muy bien te ha contestado Rud, se puede visitar, pero reserva la entrada con antelación porque está muy solicitada. Nosotros lo dejamos para el último momento y nos quedamos sin verla.
ResponderEliminarRud, las gaviotas son muy agresivas, y como además tienen un tamaño respetable hay que tener cuidado con ellas. La realidad es muy diferente al libro.
Senior Citizen, en cuestión de política sí que tienen sus diferencias, que no son pequeñas, pero a la hora de defender y honrar a sus muertos te garantizo que están más unidos que en otros países.
Una mirada, me pasa lo mismo que a ti con las palmas, quizás por verlas en la ciudad, en todas partes. Con las gaviotas, mejor tener cuidado...
Javier G., soy español y me gusta España. Si la critico o aprovecho para tirar pullas es porque a veces me gustaría que mejorásemos como nación. En los EEUU, como en todas partes, hay cosas malas y buenas, pero cuidan mucho lo de sus "héroes" y eso me gusta.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Ethan, bienvenido, veo que tenemos en común el gusto por el cine. Le echaré un vistazo a la película que recomiendas. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarAlí Reyes, es que son para los turistas como nosotros. Funcionan muy bien. Luego hay otros que no estaban tan limpios ni cuidados.
Laura M., la Segunda Guerra Mundial es parte de la historia de este país, y ellos procuran no olvidarla. Hacen bien, en mi opinión, no sea que se repita.
Alfonso, iban a toda pastilla, pero era con los barcos, no con los submarinos. Gracias a este tipo de detalles lograron ganar una guerra que se había puesto muy cuesta arriba.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
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