A un par de kilómetros de Kampong Cham, que dista a su
vez unos 120 km de Nom Pen, la capital del país, encontramos este templo
conocido oficialmente como Wat Nokor Bachey. Nosotros llegamos después de unas
cuantas horas en coche y previamente habíamos montado en moto para poder
apreciar desde más cerca la Camboya rural.
Era noviembre, el comienzo de la temporada seca y aún
había pocos turistas. Esto, unido a que el templo se encuentra fuera de los
circuitos más solicitados, hizo que fuésemos los únicos occidentales en todo el
recinto. Dentro del templo nos encontramos con algunas personas que, al
parecer, buscan allí refugio, un lugar en el que comer y en el que vivir.
En realidad, forma parte de un complejo más grande, llamado Banteay Prey Nokor.
Fue construido a mediados del siglo XI (en el XII
según otras fuentes), durante los últimos años del reinado de Suryavarman II, y
se cree que durante un tiempo sirvió de cuartel general a otro rey, Jayavarman VII.
Dedicado a Brahma, se compone de una torre central que está rodeada por cuatro
murallas en las que podemos apreciar la laterita que acompaña a la piedra
arenisca de color negro.
Una leyenda nos relata los motivos por los que fue
edificado, a modo de expiación por los pecados de un rey que, accidentalmente,
mató a su padre y se casó con su madre sin saberlo. Cuando el rey en cuestión
descubrió la ofensa, decidió corregirla, y gracias a eso disfrutamos hoy de
este conjunto de edificios que, como veis, están llenos de detalles
interesantes.
El culto hinduista fue sustituido por una pagoda
budista que data del siglo XV. Parte del templo fue reconstruido, utilizando
piedras de otros edificios, por lo que la mezcla actual es más que diversa y
confusa.
Como me temía, la información que encuentro en
Internet es escasa y, a veces, contradictoria, pero es que en Camboya tampoco
abundaban los libros que merecieran la pena.
Fuentes: Wikipedia, https://cambodia-travelpartner.com
y elaboración propia.
Hola... Buen día amigo! qué interesantes construcciones e historia. Realmente abundan en detalles que en su época serían más impactantes. Un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarCuánta minuciosidad en los detalles se entrevé en esas imágenes que pregonan la historia de otra época, donde el arte se combina con la historia para narrarla y transmitirla.
ResponderEliminarLo colores de la pagoda le dan un toque luminoso al recinto. La leyenda es bastante curiosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la actualidad si este tipo de edificios antiguos y ruinosos consiguiéramos verlos recién construidos, nos resultarían extraños y a mi juicio los compararía con una recreación de unos dibujos animados.
ResponderEliminarRosa María, es hoy, con todo lo que llevamos visto en cuestión de edificios y nos fascinan a pesar de estar en ruinas, así que imagina lo que tuvo que ser en su momento...
ResponderEliminarUna mirada, se ve que entonces se valoraban más los detalles y se tenía menos prisa por terminar las cosas. Todavía no existía lo de la obsolescencia programada.
Conchi, las diversas épocas y estilos se van superponiendo, lo que dota al conjunto de una mayor riqueza artística.
Un jubilado, sobre todo porque pertenecen a una cultura que nos es ajena, no solo en el tiempo, sino también en la distancia. Es lo que busco en mis viajes, cosas diferentes que me acerquen a otras formas de pensar.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Con esta forma de viajar, puedes estar orgulloso de llamarte viajero y no turista.
ResponderEliminarSenior Citizen, en eso me gustaría convertirme, en viajero de los de verdad, pero de momento he de conformarme con escapadas de un par de semanas, con el móvil y el ordenador del trabajo. Pero créeme que lo intento. Los sueños están para ser vividos y al menos hay que intentarlo.
ResponderEliminarUna vez más, tengo la sensación de que Camboya es uno de los países más atractivos e interesantes de Asia.
ResponderEliminarEstos detalles que nos traes, esculpidos en piedra, es un claro ejemplo de lo mucho que se puede aprender y admirar. Una manera preciosa de enseñarnos su historia y su cultura.
Contadora de Libros, de todos los que he visto (no son muchos) es el que más me ha gustado con diferencia. Supongo que influye que tuviéramos un guía excepcional y que intentásemos conocer a fondo el país, al menos todo lo que pudimos en dos semanas. Ha pasado un año y todavía sigo aprendiendo. Es increíble.
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