miércoles, 18 de septiembre de 2024

Eslovenia X – Piran

Eslovenia tan solo tiene 42 kilómetros de costa, pero ello no es óbice para que encontremos lugares pintorescos e interesantes como esta pequeña localidad llamada Piran, que cuenta con menos de 4.000 habitantes.





Ya era importante en la Edad Media gracias a las salinas, y todavía hoy produce una flor de sal excelente, siguiendo un proceso tradicional de recogida a mano con 700 años de historia.





El monasterio minorita de San Francisco fue fundado probablemente con anterioridad a 1301, que es cuando se comienza a construir la iglesia actual. La acústica del claustro es excepcional, por lo que es un sitio muy popular para los eventos musicales. En el interior hay una pinacoteca con artistas venecianos y una colección de libros de música.





Uno de los edificios más famosos de la plaza Tartinijev es la impresionante Casa Veneciana, ejemplo de arquitectura gótica. Destaca el balcón en la esquina, así como los ricos ornamentos en piedra de la fachada. El nombre de la plaza hace alusión a Giuseppe Tartini, hijo predilecto de la ciudad, compositor y violinista al que dedican una estatua frente a la que fuera su casa natal.






Enclavada en el mar Adriático, en una península del mismo nombre, la antigua ciudad portuaria está protegida por una muralla medieval y un castillo; todo el conjunto está declarado como monumento cultural histórico.





Las calles son muy estrechas, con las casas prácticamente pegadas, y suben hasta la colina de la iglesia partiendo de la plaza principal. Están envueltas en un aire romántico y mediterráneo, con abundante influencia veneciana. No en vano, formó parte de la república entre 1283 y 1797.





El nombre de la localidad deriva, no obstante, del griego y hace referencia a las hogueras del antiguo faro. Por aquí ha pasado todo el mundo: romanos, francos, venecianos, austriacos e italianos, pero al terminar la Segunda Guerra Mundial, el territorio fue asignado a Yugoslavia.






La catedral de San Jorge, del siglo XVII y de estilo barroco, domina la ciudad desde lo alto, con un campanario construido en 1609.







Da gusto pasear por las callejuelas, descubrir los rincones y sentarse en la plaza principal. La ciudad está cerrada al tráfico, por lo que hay que aparcar el coche antes de acceder a ella.





Yo estuve en el 2009, cuando Eslovenia recibía muchos menos turistas, pero por lo que veo, la oferta de actividades, alojamientos y restaurantes, ha aumentado de forma exponencial. No me extraña, porque el país más verde de Europa es precioso y abunda en lugares interesantes.

martes, 3 de septiembre de 2024

Alineamiento de Renaghju y dolmen de Funtanaccia

Regresamos a Córcega, y lo hacemos para ver más piedras, en esta ocasión un alineamiento que se encuentra a 400 metros de Stantari, otra agrupación de monolitos sobre la que os hablé aquí.



Renaghju lo componen varios menhires (el número varía según la fuente), algunos de los cuales se remontan al 5.000 a.C. Por lo que se ve, siete milenios no son nada por estos lares, porque toda la isla está plagada de estructuras megalíticas.

Nos encontramos en la comuna de Sartene, muy al sur, y a pesar de ser junio, el calor aprieta que da gusto. Menos mal que no hay que caminar mucho desde el aparcamiento.





La altura de las piedras ronda el metro, aunque algunas son más altas y alcanzan los 2,30 metros.





El yacimiento fue clasificado como monumento histórico por decreto de 28 de febrero de 1975 junto con el vecino alineamiento de I Stantari. Fuente: Wikipedia.





Entre el 5700 y el 5000 a. C., el yacimiento estuvo ocupado por un asentamiento formado por al menos dos casas de tierra con varios hogares interiores y estructuras exteriores de piedra. El material arqueológico descubierto en el yacimiento incluye residuos de un taller de talla de sílex y cuarzo y fragmentos de cerámica.





Somos los únicos turistas por la zona, porque la gente prefiere la playa. Haciendo caso omiso del calor, seguimos camino.





A pocos metros de allí, en un pequeño alto, encontramos el dolmen de Funtanaccia, el mejor conservado de toda Córcega.





Consiste en una losa de dolerita que, fracturada pero completa, descansa sobre otras seis de granito. El techo mide 3,4 metros de largo por 2,6 de ancho. La cámara es de forma trapezoidal. Mide 2,60 m de largo y 1,80 m de ancho en la parte trasera y 1,35 m en la entrada.



El dolmen, que data del segundo milenio antes de Cristo, pesa unas 15 toneladas y está muy expuesto a la erosión, por lo que su desgaste es notable.





Con los deberes culturales hechos, nos dispusimos a seguir disfrutando de esta isla maravillosa.